Aprovechar la cuarta dimensión

Los diseños 3D son solo el principio. Las nuevas técnicas de diseño ofrecen a los arquitectos maneras innovadoras de analizar la viabilidad, la secuencia de construcción y el ciclo de vida de un edificio. El 4D es únicamente el comienzo.

¿Cuántas «D» existen en el diseño? Según los expertos en tecnologías de la información de vanguardia, el número es casi infinito. Las tres primeras son espaciales, corresponden a las tres dimensiones que se necesitan para trazar un edificio virtual y constituyen el requisito mínimo para trabajar con un sistema de Modelado de Información de Construcción (BIM).

Pero aún no podemos dar por sentado que todo el mundo conozca estas posibilidades. Una investigación publicada en 2018 por el Real Instituto de Arquitectos Británicos y Microsoft indica que solo el 5 % de los estudios de arquitectura se consideraban «bien encaminados» para realizar su viaje de transformación digital, y ninguno afirmaba haberlo completado.

Más allá del 3D

Cuando vamos más allá del 3D, el tiempo se considera generalmente como la cuarta dimensión o, según la definición del NBS (organismo de especificaciones de construcción del Reino Unido), la «secuencia de construcción». Entonces, la quinta dimensión sería el coste y la sexta la información del ciclo de vida del proyecto.

James Bowles de Freeform, una empresa de diseño 4D avanzado, sostiene que el lenguaje ya ha evolucionado y que el conjunto de información que permite crear un modelo de todos los aspectos de un edificio a lo largo de su vida se conoce actualmente como un «gemelo digital».

Cuando fundó su empresa en 2007, gran parte del trabajo de Bowles consistía en usar como base archivos de Revit para ayudar a los contratistas a desarrollar un plan de trabajo para proyectos de entre cinco y cien millones de libras esterlinas. «Cada actividad tiene asociada una pieza de geometría», asegura Bowles. «Puedes avanzar y retroceder en el tiempo para ver cómo funciona el plan», lo que permite planificar adecuadamente la secuencia de trabajo.

Aunque su empresa todavía realiza bastantes trabajos de este tipo, ahora participa en proyectos mucho mayores, a menudo en la etapa de viabilidad.

Verificar la viabilidad de un proyecto

En lugar de partir de los archivos de diseño de un equipo, que en esta etapa puede que aún ni siquiera se haya designado, Freeform ayuda a visualizar todo el proceso de diseño y construcción para lograr la máxima eficiencia y, en algunos casos, incluso para determinar si el proyecto es viable.

«Digamos que, si están previstas ochenta actividades a lo largo de diez años», explica Bowles, «nosotros analizamos cómo reducir al mínimo las interrupciones antes de contratar un proyecto de infraestructura importante».

Este enfoque no sustituye a los anteriores métodos de planificación. «Los diagramas de Gantt siguen ahí», afirma Bowles. «Esto es un recurso visual que está por encima de ellos y nos permite crear un programa más seguro y fiable».

Sin embargo, no todos coinciden en las definiciones.

La quinta dimensión

El arquitecto David Morley asegura que su estudio crea modelos de diseño en 5D. Pero en su caso, el 4D refleja su creencia de que, «cualquier forma de experimentar los edificios se basa en el tiempo. Se ve afectada por el clima, por la forma en que la luz entra por una ventana».

Y para él, la quinta dimensión está relacionada con la forma en que la geometría, «se ocupa del espacio del diseño». En su opinión, se trata de usar la geometría para crear armonía y sensaciones especiales. «Si se entendiera completamente, perdería su encanto», dice.

Pero esto no significa que esté en contra de la informática, al contrario. «Cuanto mayor capacidad tengamos para cuantificar [factores como la luz] en el proceso de diseño», explica, «más tiempo podremos dedicar a aquello que permite conseguir una obra de arquitectura inspiradora».

Nuestra capacidad de visualizar cómo se verán y percibirán los proyectos está mejorando gracias a la creciente sofisticación de la tecnología.

Beneficios para los clientes

Andy Thomas, director de visualización y realidad virtual (VR) para Europa, Oriente Medio, India y África de AECOM, lleva varios años trabajando con visualizaciones. Considera que son especialmente útiles en las etapas de planificación y consultoría. «Creo que proporcionan una comprensión más completa», señala. Además, «mejoran la comunicación entre las partes interesadas» y les permite hacer valoraciones más tangibles.

Algunos proyectos ya cuentan con una gran cantidad de información 3D compartida entre las diferentes partes mediante un modelo «federado», a partir del cual es posible crear representaciones de realidad virtual. Mientras que algunos proyectos requieren muchas texturas y apariencias, otros son más sencillos.

Thomas siempre busca la mejor manera de presentar los proyectos. Por ejemplo, es posible crear una configuración en la que el usuario pueda controlar el sol con su mando para cambiar la hora del día y la época del año.

Realidad virtual

Sin embargo, también es importante no sobrecargar una representación de VR con demasiada información. En algunos casos, las texturas se «cuecen» en el modelo de VR, para que no cambien. Parte de la habilidad consiste en optimizar la geometría para reducir al mínimo el número total de polígonos necesarios para representar un objeto sin perjudicar la representación.

La VR ha recorrido un largo camino, pero sigue teniendo por delante una evolución muy interesante. Thomas cree que la próxima etapa será la posibilidad de usar la realidad aumentada cuando «un modelo tridimensional aparezca delante de ti».

Concluye: «El gran salto aún no se ha producido. Pero estamos deseando que llegue el momento en que suceda». Se trata de un campo apasionante. Han pasado muchas cosas, pero aún queda mucho por hacer.

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